Actitud ante el Neumotórax Espontáneo en el Hospital Comarcal

Entendemos por neumotórax espontáneo al acumulo de aire o gas en la cavidad pleural con colapso pulmonar de intensidad proporcional a la cantidad de aire acumulado, sin que medie traumatismo ni gesto médico diagnóstico o terapéutico. Las primeras citas corresponden a Itard en 1803 y Laenec en 1816, pero no es hasta 1932 que Kjaergaard asienta el concepto de neumotórax espontáneo como entidad propia, originada por la rotura de bullas subpleurales. Se trata de una patología relativamente frecuente, benigna, aunque una de sus principales características es su tendencia a recidivar, habiéndose afirmado que tras un primer episodio, el 52% de los pacientes padecerán otro neumotórax espontáneo, cifra que se eleva al 6 l % tras un segundo episodio y alcanza el 83% en pacientes con antecedentes de tres neumotórax espontáneos. Dentro de los neumotórax espontáneos se pueden establecer dos grandes grupos: el neumotórax espontáneo primario, que se presentaría en pacientes jóvenes, varones sanos de hábito asténico, causado por la rotura de bullas subpleurales, localizadas generalmente en los vértices pulmonares, y el neumotórax espontáneo secundario, que afectaría a pacientes de edades avanzadas portadores de una patología pleuropulmonar de base, ya sea asma, enfisema, TBC, neoplasias, etc. El tratamiento de neumotórax espontáneo plantea dos problemas: el primero, extraer el aire de la cavidad pleural y el segundo, evitar las recidivas para lograr que sea un episodio aislado en la vida del individuo. Nuestro trabajo valora la posibilidad de recibir una terapéutica adecuada a nivel del Servicio de Urgencias en el seno del mismo Hospital Comarcal para el neumotórax no traumático, no complicado, no secundario a lesiones graves.