Posible interés de la meperidina como una nueva perspectiva en anestesiología

Los fármacos opiáceos son los más eficaces para el tratamiento del dolor intenso, actúan activando específicamente receptores que se encuentran amplia e irregularmente distribuidos por el sistema nervioso central, predominan en los núcleos basales del cerebro, algunos núcleos y áreas del sistema límbico, núcleos de la sustancia gris periventricular y pariacueductal, así como en astas posteriores de la médula espinal, ciertos núcleos bulbares y en la pared del intestino. La acción analgésica que consiguen, la llevan a cabo bajo tres modos de acción distintos: Deprimiendo la sensibilidad dolorosa en la vía páIeo-espino-talámica. Activando los sistemas descendentes que regulan la entrada de los estímulos álgicos a nivel del asta posterior de la médula. Actuando directamente a nivel del asta posterior de la médula, ciado que ésta posee receptores opiáceos. Desde hace tiempo, se busca el fármaco opiáceo y la vía de administración adecuada para intentar conseguir una analgesia compatible con el acto quirúrgico; después del uso poco recomendable para tal fin de la morfina, parece ser que la meperidina, un fármaco mucho más lipofílico que la morfina, puede dar por sí sola una analgesia compatible con el acto quirúrgico, generando un bloqueo motor dosis-dependiente, pudiendo usarse con éxito como único agente anestésico en intervenciones quirúrgicas urológicas y de miembros, con dos ventajas muy claras: Induce bloqueo moto en el período operativo. Alivia el dolor durante y después de la operación.