Resumen
Bases para el manejo clínico de la intoxicación por humo de incendios
Filiación de los autores
DOI
Cita
Dueñas-Laita A, Burillo Putze G, Alonso JR, Benjamín Climent A, Corrales Magin E, Felices F, et al. Bases para el manejo clínico de la intoxicación por humo de incendios. Emergencias. 2010;22:384-94
Resumen
La intoxicación por humo es la principal causa de morbimortalidad en los incendios. El
humo es una mezcla de partículas carbonáceas suspendidas en aire caliente y gases tóxicos.
De todos ellos, el monóxido carbono (CO) y fundamentalmente el ácido cianhídrico
(CNH), son los que van a provocar la anoxia tisular. Las manifestaciones clínicas
de la intoxicación por humo son variables. Algunas de las manifestaciones potenciales
podrían ser: irritación ocular, dolor de garganta, estridor laríngeo, disfagia, esputo carbonáceo,
tos, disnea, laringoespasmo, broncoespasmo, síndrome coronario, coma, hipoxemia,
acidosis láctica, cianosis y muerte. En la evaluación de estos enfermos la presencia
de hollín en nariz, boca o esputo sugiere intoxicación grave. Los valores de
lactato superiores a 10 mmol/L indican cifras de cianuro mayores de 40 micromol/L. La
pulsicooximetría ha supuesto un avance importante para el diagnóstico, valoración y
seguimiento de estos pacientes. En el tratamiento será indispensable valorar la necesidad
de una intubación temprana. La administración de oxígeno al 100% será esencial.
Como antídoto para el cianuro, el de primera elección es la hidroxicobalamina. Su administración
ha de ser precoz. Los criterios de administración son: paciente que ha inhalado
humo (restos de hollín en boca, faringe o esputo) y que tenga alteraciones neurológicas
(confusión, coma, agitación, convulsiones) y que además presenta una de las
siguiente circunstancias: bradipnea, parada respiratoria, parada cardiorrespiratoria,
shock, hipotensión, lactato 8 mmol/L o acidosis láctica. Logicamente, el resto del
manejo será el convencional en función de síntomas o complicaciones.