Resumen

Bases para el manejo clínico de la intoxicación por humo de incendios

Dueñas-Laita A, Burillo Putze G, Alonso JR, Benjamín Climent A, Corrales Magin E, Felices F, Ferrer Dufol A, Hernández Frutos MP, Nogué S, Puiguriguer Ferrando J

Filiación de los autores

Unidad Regional de Toxicología Clínica. Hospital Universitario Río Hortega. Valladolid, España. Servicio de Urgencias. Hospital Universitario de Canarias. Tenerife, España. Unidad de Toxicología Clínica. Área de Urgencias. Hospital Clínic. Barcelona, Espa

DOI

Cita

Dueñas-Laita A, Burillo Putze G, Alonso JR, Benjamín Climent A, Corrales Magin E, Felices F, et al. Bases para el manejo clínico de la intoxicación por humo de incendios. Emergencias. 2010;22:384-94

Resumen

La intoxicación por humo es la principal causa de morbimortalidad en los incendios. El

humo es una mezcla de partículas carbonáceas suspendidas en aire caliente y gases tóxicos.

De todos ellos, el monóxido carbono (CO) y fundamentalmente el ácido cianhídrico

(CNH), son los que van a provocar la anoxia tisular. Las manifestaciones clínicas

de la intoxicación por humo son variables. Algunas de las manifestaciones potenciales

podrían ser: irritación ocular, dolor de garganta, estridor laríngeo, disfagia, esputo carbonáceo,

tos, disnea, laringoespasmo, broncoespasmo, síndrome coronario, coma, hipoxemia,

acidosis láctica, cianosis y muerte. En la evaluación de estos enfermos la presencia

de hollín en nariz, boca o esputo sugiere intoxicación grave. Los valores de

lactato superiores a 10 mmol/L indican cifras de cianuro mayores de 40 micromol/L. La

pulsicooximetría ha supuesto un avance importante para el diagnóstico, valoración y

seguimiento de estos pacientes. En el tratamiento será indispensable valorar la necesidad

de una intubación temprana. La administración de oxígeno al 100% será esencial.

Como antídoto para el cianuro, el de primera elección es la hidroxicobalamina. Su administración

ha de ser precoz. Los criterios de administración son: paciente que ha inhalado

humo (restos de hollín en boca, faringe o esputo) y que tenga alteraciones neurológicas

(confusión, coma, agitación, convulsiones) y que además presenta una de las

siguiente circunstancias: bradipnea, parada respiratoria, parada cardiorrespiratoria,

shock, hipotensión, lactato 8 mmol/L o acidosis láctica. Logicamente, el resto del

manejo será el convencional en función de síntomas o complicaciones.

 

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