Resumen
Manejo actual de la anafilaxia
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Resumen
El término anafilaxia se emplea para describir tanto las reacciones inmunes mediadas
por IgE como las no alérgicas ni inmunológicas. El riesgo de producirse aumenta con la
comorbilidad, como el asma, infección, ejercicio, alcohol o el estrés, así como por medicamentos
como los betabloqueantes, los inhibidores de la enzima convertidora de
angiotensina (IECAS) y la aspirina. La fisiopatología involucra los mastocitos activados y
los basófilos que liberan mediadores preformados asociados a los gránulos, mediadores
lípidos de nueva formación, además de generar citoquinas y quinoquinas. Éstas provocan
vasodilatación, incremento de la permeabilidad capilar y contracción del músculo
liso, y atraen a la zona nuevas células. Los mecanismos de retroalimentación positiva
amplifican la reacción, aunque ésta también puede autolimitarse. Las causas más frecuentes
de muerte relacionada con reacciones inmunes IgE son la penicilina parenteral,
las picaduras de himenópteros y los alimentos, mientras que las sustancias empleadas
para estudios de radiocontraste, la aspirina y otros medicamentos no esteroideos o los
antiinflamatorios constituyen las causas más frecuentes de muerte por reacción no alérgica.
La muerte por anafilaxia, muy infrecuente, es producida por hipoxia tras la afectación
de la vía aérea alta, broncoespasmo grave o por shock profundo tras vasodilatación
y extravasación de líquido. La primera línea de tratamiento es la administración de
oxígeno, adrenalina (epinefrina) y fluidos. La adrenalina (epinefrina) 0,01 mg/Kg hasta
un máximo de 0,5 mg i.m. (0,5 ml de 1:1.000 adrenalina) inyectada en el muslo lateral
superior revierte todas las características de la anafilaxia, así como inhibe la liberación
de más mediadores. Los cristaloides, como el suero normal o la solución de Hartmann
a 10-20 ml/Kg, son preceptivos en los casos de shock. El papel de los
antihistamínicos H1 y H2, los esteroides y el glucagón no está claro. Sólo deben considerarse
una vez lograda la estabilidad cardiovascular con agentes de primera línea. El
alta hospitalaria puede darse después de la recuperación completa y 4-6 horas de observación.
Es esencial tener un plan de alta hospitalario claro y remitir al alergólogo los
casos con una reacción importante o recurrente producida por estímulos inevitables o
desconocidos, para su estudio. La educación del paciente es importante para asegurar
el éxito del cuidado a largo plazo.